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raras_artes

El BuLeVaR dE lOs sUeÑoS rOtOs

Lo PeOr De Ti

Lo PeOr De Ti

Fué en esa mesa del fondo donde siempre solíamos sentarnos, recuerdo esa tarde como si fuera ayer...
Hacía calor, no mucha, pero el cielo estaba despejado... llevabas puesta esa camiseta verde que
tanto me gusta, estabas diferente, no dejabas de mirar de un lado a otro, evitabas mi mirada y la
cucharilla del café la tenias ya mareada... parecía que no querías que se disolviera el azúcar nunca para
no tener que echar a hablar, de pronto sacaste la cucharilla, me miraste y me dijsite: ya no te quiero...
Lo dijiste tan bajito y tan rápido que sólo alcancé a oir el te quiero final, a mi se me iluminó la cara
y emocionada te dije que yo también te quería...
Pasaron los días pero jamás volviste a ser el mismo desde esa declaración; de madrugada no podía
dormir y me extrañó no verte a mi lado, de ti sólo quedaba una nota en el frigo que decía: "aquella tarde
en el bar lo que te dije fue: ya no te quiero..." Desde entonces paso cada tarde en el bar esperando que
aparezcas y me digas que la nota, también la leí mal.... 

 


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...Me pesan los lunes que no prometen nada...

 

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La ViDa DeSdE oTrO aNgUlO

Tumbada en la cama con las piernas cruzadas, las manos sobre el papel y el bolígrafo y pensando cuanta gente estará ahora en esta misma postura, de fondo se escucha una melodía con una voz particular que habla de algo parecido a un desamor, se mira desde fuera, un cuerpo sin frío mirando a su alrededor buscando el significado de su vida, de su pasado y de su futuro…

 

Una luz ilumina su cogote, como si de un ángel se tratara, sin darse cuenta que a veces puede ser peor que el mismo diablo, la melodía ha cambiado y ahora se escucha algo sobre un viejo perdedor, y así se siente, vieja a sus 20 años y perdedora… sigue sin la remota idea de que quiere hacer con su vida, un trabajo ¿y de que? Ve como todos han seguido su camino y quizás no con la facilidad que ella lo ve. Ser o no ser… ¿ser que? Decía ella a menudo, todas las noches discutía con su cuerpo y su cuerpo no respondía, aunque para ella misma pensaba que no se iba a esforzar por nada…

 

Ahora cambia de postura, de frente dicen se siente improtegída, y la palabra en realidad es que así esta mas cómoda, siempre boca abajo y por las mañanas con la espalda reventada.

 

Mira al frente, y ve un pase para conocer a Rosana, la conoció y no la defraudo. Ve pegatinas de Londres, lugar que conoció y la enamoró, no hablo en el sentido de amor de pareja, porque siquiera sabe si conoció el amor, la palabra más acertada quizás seria: encantó. Pero cuando el encanto empieza a ocupar los pensamientos, todos son recuerdos bonitos, tan perfecto, tan de película, tan, tan, tan… ¿acaso eso no es el amor conocido entre dos personas? ¿Por qué no también con un lugar? También es amor, ¿no? Quien lo probó lo sabe…

 

            A la derecha un ordenador que ocupa demasiado espacio y esta inutilizado, ya nada se parece a cuando llego, y es que todo se satura, todo acaba haciendo un corto y este voló por los aires, navegó demasiado y se hundió, y en lugar de llevarlo a puerto lo terminó de hundir. Es curioso que somos maquinas, vamos fallando hasta que ya no respiramos. Como la vida misma, y es que una maquina crea otra como el quisiera ser, mas perfecto, pero la perfección tiene un principio y un final, todo acabará. Y lo que parece que será eterno, que no tiene fallos, con fiabilidad, ya nos encargaremos nosotros de partirlo para que no sea eterno.

 

            Las voces vuelven a la radio, voces conocidas, está la voz que descubrió hace ya varios veranos, ella se mudo como lo hizo la otra, cambiaron el Manzanares por el Guadalquivir, aunque una duró más que otra, y ahora no sabe si quiere, si debe o no volver…

 

            Creyó que todo sería fácil y se equivocó, pensó que ese era el momento, que todo iría bien y no sabía donde se metía. Veía las películas, pero no vio la parte dura, cuando empiezas de 0, cuando todo es nuevo, cuando no conoces el sitio ni la gente, y lo peor es que nunca la llegará a conocer, mira a su alrededor y no ve nada donde apoyarse y siente que se va a caer. Cuando dicen independencia, en su corazón palpita el castigo, y es que fue de mal en peor, buscaba libertad en casa de alguien a quien debía respetar y ni conocía, en alguien que le hablaba de su familia, que le hablaba de ella, que le recordaba cuando era chica y no la conocía.

 

            Estaba en prisión y yo no había hecho nada, su mayor delito era querer buscarse la vida, en cambio lo único que sentía era que su vida se le iba… el móvil, su mejor aliado, no se lo quitaba de encima, ni siquiera tenía un bolígrafo y un papel porque no tenia donde escribir, como, ni donde. La música quiso ser su aliada, pero solo despertaba su nostalgia. Solo se sentía viva cuando le llamaban, cerraba los ojos e imaginaba que la conversación era in situ.

 

            Pero era bonito cuando se despertaba y salía, cuando entraba, bajaba al metro o subía al bus, cuando controlaba la zona y veía dos días la misma cara, cuando se sentía libre, independiente… cuando decía he estado aquí y allá, cuando decía: “soy de Cádiz pero vivo en Madrid” como imaginaba cuando preguntaban por ella y no estaba allí. Cuando la vida seguía sin ella allí y sin ellos en su aquí.

 

Aunque la cosa se complicaba, se le iba resbalando de las manos, hacía fuerza pero se lo tiraron todo abajo y le lastimaron la mano y el corazón cuando tuvo que decir: ven por mí…

 

Al menos, fue bonito mientras duro…

 

Las voces siguen y ya las recuerda, hace tiempo, por el verano, cuando el olor a dama de noche inunda su habitación, rezando porque el spray de el enchufe intoxique a los mosquitos, con los cascos puestos y la espalda pegada a la pared buscando el fresco. Fue en esa época cuando los niños juegan hasta tarde por la calle o al menos eso hacia ella… en esa época fue cuando se debatía entre dos emisoras, dos voces y dos sintonías, esas dos voces son las que ahora juegan juntas, que paradójico… da tantas vueltas la vida, son tantas las casualidades de la vida…¿y las tonterías? ¡¡Esas si que son tantas!!

 

Un millón de sueños, bonito nombre para un disco, y cae en la cuenta que ya no tiene ni uno… parece deprimente dicho así, pero ahora mismo no encuentra una motivación a la que llamar sueño.

 

Dan las dos en el reloj, y se fija que casi todo lo que hay son objetos regalados… for my best friend… ¿friend? Estamos invadidos con ese ingles que por cojones hay que aprender, y digo yo… ¿Por qué no aprendemos chino? ¿No dicen que es el más numeroso? Que si, que hay dos, el mandarin y el cantones… pero ingles también hay dos, el ingles y el americano, ¿no? Bah tonterías de babel…

 

Aunque si no lo hubiera aprendido no entendería esa taza que le regalo su muy mejor amiga, diciendo: “para mi mejor amiga” ¿y cuando se determina a alguien como amiga? ¿Qué valores nos han impuesto? ¿O cuales hemos decidido elegir nosotr@s? ¿Cuándo esa persona pasa de ser una conocida a ser tu amiga? Está todo tan esquematizado… no digo que fuera así, o quizás si, pero cuando hechos sobrepasan los esquemas, entonces diría yo que es amistad… de la de verdad… no de la que los demás dicen, sino de la que yo conozco…

 

Se esta dando cuenta de tanto mirar alrededor de la habitación, ahora ve el despertador que esta parado, porque no esta programado para sonar en ningún momento, porque no tiene ninguna expectativa, ningún horario, ni nada que hacer…

 

Fotos y más fotos la llevan a ver un corcho personalizado, con fotos que hablan de los momentos vividos, de las personas conocidas, de los momentos de antes y de después de esas fotos… como se preparaba la foto, o como la cogían in fraganti, con el pelo suelto, el pelo recogido, el pelo para atrás, o el pelo cogido en una pasada, pero igualmente inmortalizando el momento…. Un trébol de cuatro hojas mas falso que ese hombre llamado judas, que no sabe exactamente donde esta la suerte que debía darle. Fotos de carné en fila que parece los de se busca, pegatinas de sitios, de hechos, de cosas, reivindicativas, de marcas, de artistas y dos claras… orgullo isleño, a pesar de todo. Y un mensaje: el nunca lo haría, no lo abandones… y que triste se han vuelto los días desde que el se fue….

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En cada rincón ¿ quién encuentra las palabras?

En cada rincón ¿ quién encuentra las palabras?

Y, decidió sentarse sobre aquel alto edificio dueño de todos los momentos en los que nada tenemos que ver… y permaneció allí, inmóvil. Se sentó a ver la película de su vida… tratando de volver al momento en que se nace, intentando blanquear su conciencia, destruyendo todo lo que le había mantenido en pie hasta ahora. Aquello que se torna oscuro, y que sin querer un día, comenzó a clavarle agujas en la piel… hasta este justo momento, en el que desfallecía ante sí misma.  La  moneda comenzó a rodar, a dar vueltas, hacer círculos a su alrededor, como un pensamiento intranquilo…hasta quedarse parada en ella ¿cara o cruz? … y no fue nada, porque la cordura se cansó de andar por esa cuerda inestable que sostenía con ese pulso nervioso, y finalmente cayó.

Fue corriendo tras ella y esta vez no por huir, solo por encontrarse, pero no había tierra firme que pisar. Tan solo fue un espejismo, como correr tras un oasis en medio del desierto. Y el dualismo dejó de tener sentido, ahora solo era cuerpo… o solo era mente… y en forma de huracán la confusión le sobrevino…

Todo negro a través del cristalino, relojes que danzan al son que nadie toca, ahora eran roces que no hacían reacción, pupilas sin brillo, sin esperas… lazos rotos y mentiras pegadas a lo no entendible convirtiéndose en verdad. Sólo veía manos que dibujaban un adiós dirigido a una estación vacía. Momentos insaboros, caminos sin piedras en los que caía igual. Y aún así, sentía la vida sin lágrimas, con un corazón azul incapaz de bombear, junto a pulmones capaces de respirar por todos menos por sí mismos. Con los labios en eterno estado de inmovilidad. Imaginó una música lejana jamás escuchada… y palabras sin existencia alguna. Buscar el gris y acabar siempre sobre el blanco o el negro, sin matices, colocándose donde no quería estar.

¿Amor? ¿Qué es eso? Perderse donde no hay final, y no lo quiso saber. Al pisar dejó su huella,  pero se difuminó y no supo volver, no pudo volver, nadie vuelve… Cadenas; solo eso, cadenas que atan a la vida, todas en la cabeza. ¿La muerte? Se sentó al lado, pero, no quiso hablar de ella, no quiso que fuese nada… intentando borrala del lugar donde se encuentran sus esperas. Sabía que llegarías, y pidió que la dejaras cerrar los ojos para no verte, para no bailar tu música mientras avanzas por la línea del tiempo que te conduce hasta ella.Creyó escuchar “ no temas” pero era el miedo, riendose en su cara; carcajadas agobiantes  mientras notaba su frío aliento sobre su nuca… abrió los ojos y ¿era ella? El odio… ¿odio? Le susurra al oído que aún no sabe oír. Prometió tratar de escucharle pero eran demasiadas voces a la vez. ¿La esperanza? Que se vaya!! Es la fiel mentirosa a la que no quería aferrarse, no quería burbujas de cristal que le resguardasen ¿ durante cuánto? Tarde o temprano acaban por agrietarse  y ¿ los sueños? Escondidos tras las esquinas que hace mucho dibujó, donde ya no mira nunca. Tal vez no le hagáis falta, ya no. La ilusión, el dios de su cabeza ¿ eso existe? Trataba de saberlo, por eso rezaba a la locura… pidiendo que fuese hacia ella, pidiendo salvarse de las razones. ¿ Coherencia? Es lo que halla en cada paso en que se estanca, que no le hable!! Coherencia y vida intentando ser vivida se casaron , convirtiendose en el monstruo de la existencia y ahora la no posibilidad es posible.

 Y mientras duraba la confusión inexplicable, permaneció en silencio, pasando la mano por aquel muro que la rodeaba, el que la mantenía presa, y que ella misma levantó. Y de repente, como acto involuntario, se puso en pie dispuesta a saltar. Necesitaba de aquel abismo, como un vampiro la sangre. Andó al filo, contempló el mundo desde allí…intentó tocar el horizonte con sus manos, aquella línea que nunca deja de existir, aquella en que todo se une… Respiró profundamente… cerró los ojos, y saltó. Todo a los lados no eran mas que visiones borrosas y caía… No era por hundirse, tan sólo por sentir la velocidad, esa velocidad que jamás había sentido, que sabía que existía y que era la única manera posible de sentirla.

No quería charcos a su alrededor de lágrimas derramadas por ojos ajenos, no quiso círculos de sentimientos rodeándola… tampoco quiso que te marchases. Y era todo por el jodido tik tak que marcaba sus pasos, un tik tak sobre el que tu no puedes andar. Serías como un pez que sacaron de la pecera y, no quería llamar a su mano culpable; le aterraba la idea. De un momento a otro, acabaría por perder el equilibrio y no sabía hacia qué lado caería. Solo necesitaba saber que al caer no habría nadie esperando en ninguno de los dos lados, porque habría perdido, porque no habría servido de nada… porque la velocidad era suya. Y esperaba caer, esperó caer… temblando, impaciente por saber si sabría levantarse una vez más, y entonces si, escapar. Salir corriendo para volver a encontrarse contigo, para decirte “estoy aquí, he vuelto, jamás volveré a escaparme a lugares tan altos”. Tan solo era un suicidio, su suicidio , por ti, para ti…. Y pisó su alma, haciendola hablar, y sangraba… no quiso que cerraras sus heridas, no habían sangrado lo suficiente. Tampoco que las sangrases tu por ella, porque habría perdido todo valor, porque entonces ese sería su lugar para siempre. No debías ser tu quién colocase el espejo para que pudiera mirarse, pues las lágrimas caidas resultaron inservibles… seguía sin saber andar.

Abrió la puerta y dijo adiós, con una sonrisa, prometiendose no llorar al haber girado la esquina. Creyendo dejar tras de si lo cotidiano, lo no cambiante, lo que el viento no es capaz de mover. Creyendo que lo que nos mueve no podía ser tan cruel. Y justo por eso, sabía que volvería al lugar donde se encontraron un día cualquiera, donde no se conocieron, y se instalaría en su memoria para borrar este momento, haciendole olvidar todo, incluso un ayer juntos... y nacer de nuevo.

 Y sin embargo, allí seguía, sentada, sobre aquel alto edificio… sintiendo que al bajar, bajaría sola, y que tu estarías allí esperandola, sin saber que la esperabas, sin saber que se había ido…

___ Druid@___

Los Latidos de un Agonizante

Esto son los latidos de un agonizante, cierra los ojos y escucha.

Busca una vida confinada a un reloj sin cuerda,

una vida en la que nadie te observa...

Este cuerdo se expresa en jerga y con las manos,

El sordo nos llama locos a los que bailamos.

Así olvidamos el ayer y despertamos

cortando el recuerdo umbilical y volver a nacer.

Lo mío fue crecer entre rosas y espinas

por no torcer mi camino hacia violencia y lágrimas.

Abstinencia del demonio por el que te culpas,

sino, el respeto se te escapa entre disculpas.

Por no hacer daño me perdí entre movimientos torpes

(...)

Así el espejo solo me reconoce fuerte,

confía en que cada día mi autoestima me despierte.

Se equivoca, transporto pesimismo en la sangre

por costumbre, a mi dios no se le invoca.

Una mirada atrás acusa, desemboca en nostalgía,

la magia, polvo en ojos como excusa.

Si pesa cada año, sueña, nos pasa factura,

el que coge altura antes debió aprender a aterrizar.

Porque no hay cura, el veneno en la autoestima,

y tus proyectos acaban entre figuritas de bazar, lástima,

el azar retira las tiritas

amargas margaritas de un te quiero y no te va a tocar!

(...)

El negocio está en el tiempo y lo demás es hiedra,

es fiebre. Es una vida o muerte, como en Cobra.

(...)

Nos queda un lazo que con la distancia no se pudre,

nos cubre de mierda el entorno, por eso no me conformo

y me he vuelto un enfermo.

Un lápiz roto que no dibuja una linea recta,

no quise entrar en su secta con el rabo entre las piernas.

No duermas, se va tu sueño y no lo alcanzas,

me alimento de venganzas y reboto entre peonzas.

¿ Antidoto? si soy mi propia fobia, mi lluvia.

Solo me acerco a quien me odia, soy un terco.

(...)

Este es el latido de un corazón humano,

quedese muy quieto y escuche.

Estos son los latidos de un agonizante,

quedese muy quieto y escuche.

¿ Qué ocurre después?

L.E. Flaco

___Druid@___

 

 

 

 

 

 

25 De Noviembre, DIA INTERNACIONAL CONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA

No seas cómplice...

Quedé con mi amiga a tomar café. Antes quedábamos a menudo ¿sabes?, pero un día de julio se casó y, claro, las cosas cambiaron. Tenía que atender su casa, a su flamante marido, su trabajo...Aún así al menos una vez a la semana encontraba un hueco libre para  tomar ese café conmigo. Se la veía tan feliz....Una día me llamo excusándose,  no podía acudir a nuestra cita, a nuestra semanal charla. Yo lo entendí por supuesto. La vida de casada tiene tantas obligaciones que no pude menos que decirle que no se preocupara, que ya quedaríamos.  Fue así como ese café semanal pasó a ser quincenal. Yo, por aquel entonces, la notaba rara. Había dejado de lado su habitual alegría, su conocida sonrisa, para tener, casi siempre, el rostro triste y apagado. Yo, sin decirle nada, pensé que estaba trabajando demasiado.  Las charlas de interminables horas pasaron a ser  breves encuentros. Recuerdo aquel café de mediados de julio.. Recuerdo que me reí al verla llegar con una camisa de manga larga cubriendo sus morenos brazos.  Su respuesta a mi risa fue solo un leve asomo de sonrisa en sus labios y me dijo que seguramente estaba rondándola una gripe veraniega pues siempre tenía frío y que por  eso se abrigaba aún con el sol besando el asfalto. En aquella ocasión, ante aquel café, ella apenas habló, yo lleve toda la conversación contándole donde pasaría mis vacaciones. Cuando le pregunte donde iría ella,  tuve que esforzarme para oír ese susurro que salió de su boca diciéndome que irían donde dijera su marido, que él entendía más de esas cosas.  Recuerdo que me pasó por la cabeza que igual tenían problemas de dinero y que por eso ella se mostraba tan poco ilusionada con viajar. ¿Que otra cosa podía ser? Esa tarde, cuando estiró el brazo para coger su bolso, la manga de su camisa se subió. Dejando a mi vista un pequeño moraton. Me descubrió mirándoselo y me dijo que se había golpeado con un mueble, que ya sabia yo lo torpe que había sido siempre. Si claro, yo lo sabía...supongo, porque no lo recordaba la verdad. No quedamos hasta tres semanas después. Esperé durante casi una hora pero no se presentó. Me enfade mucho, pero aún así la llamé a los dos días para pedirle una explicación. Me dijo que había estado en cama, enferma, y que se le había olvidado llamarme. Que ya sabía que su memoria no era muy buena. ¿ Ah no? vaya eso también lo olvide. Por esos días fue cuando me llegaron los rumores de que su marido le pegaba. No me lo creí. ¿ A ella? eso era imposible. A mi amiga no le pueden pasar esas cosas.  A la semana siguiente quedamos para otro café y no sé que me sorprendió más, si el que no se quitara las gafas de sol o el verla tan delgada y que su voz, las pocas veces que habló, me sonara tan vacía. Me asuste mucho y se lo dije. Respondió que no se había curado bien la gripe, que había cogido un virus muy fuerte, que....Yo me esforcé por no mirar  los moratones que se adivinaban bajo sus oscuras gafas. .Nos despedimos con la promesa de vernos la semana siguiente. Durante el trayecto a mi casa pensé que los rumores de maltrato parecían ciertos. Aquellos moratones en su cara..Pero no, ¿ella? imposible, es lista, guapa,  trabaja. Eso no le puede pasar a ella. Eso le pasa a otro tipo de mujeres. La mañana del día que había quedado con ella a tomar café me llamó su madre. Mi amiga había muerto. Esa mañana se retrasó al hacerle el desayuno a su marido y él le pego hasta matarla. Él es su asesino y yo su cómplice. Yo y mi silencio, yo y mi negativa a ver lo evidente. Yo y el negarme a creer que los maltratos nos pueden afectar a todas. A mí, a ti, a tu madre, a tu hermana, a tu hija....a mi amiga. Me declaro culpable de quedarme callada, de no hacer nada. Perdóname. Y tú que me lees, acéptame un consejo, no seas cómplice. Denuncia, grita, lo que sea, pero haz algo...

...OcEaNo PaCiFiCo...

¿Qué hacer cuando el hogar no es la morada donde me encuentro a salvo del dolor? ¿Qué hacer cuando no se donde esconderme y el tiempo nunca juega a mi favor? ¿Qué hacer cuando el amor golpea y deja marca? ¿Qué hacer cuando no puedo separarme de aquello que me hiere y me hace mal? ¿Qué hacer cuando me acosa y me persigue, y tengo miedo de la oscuridad? ¿Qué hacer cuando el amor ya no es amor ni es nada? Cada vez más sola, más triste, más atrapada y cada vez mas débil, tan al borde de la nada…

¿Qué clase de vida es esta?  

Si al salir, tienes que miras hacia atrás para protegerte la espalda porque la justicia de esta sociedad, a ti no te ampara...

Si cuando te quedas sola cualquier pisada te hace temblar

¿Qué clase de vida es esta? ¿Qué clase de vida te hacen llevar?

Si cuando ahora te amenazan prefieres correr y tomar el atajo más cercano sin saber a donde te llevará

Si ahora para ti la decisión mas fácil es huir y ver como los malos ganan, así no te quedan ganas...

¿Qué clase de vida es esa? ¿Qué clase de vida te hacen llevar?

Si ya no sueñas ni de noche...

Y ni a altas horas de la madrugada te quedas dormida, porque tu ojos eligieron la opción de estar en guardia todo el día

Si ahora da la vuelta la tortilla, y parece que el mundo te humilla cuando debería apoyarte

Si te sientes perdida entre inhumanos cobardes y la vida parece risa

¿Qué clase de vida es esta? ¿Qué clase de vida nos van a hacen llevar?

 

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RuTiNa

La rutina empieza a pesar sobre sus cuerpos, el amor parece que se esta apagando y los que antes eran como hermanos ahora juegan al perro y al gato; Por las mañanas a penas se ven y al medio día evitan encontrarse, por la tarde, como otra más, salen a pasear por la calle, se cogen de la mano por pura inercia y dejan que los lleve el viento que sople ese día, llegan al parque de siempre donde ven jugar a los niños que ya no les apetece tener, y siguen su paseo… Las conversaciones ahora son calladas, ninguno tiene nada que decir al otro, ya se lo han dicho todo o quizás ya no comparten nada, ahora cada cual tiene su vida… El, empieza a sospechar que ella lo engaña, que a ratos se ve con otro y no se equivoca… pero ya no es tiempo de reproches; Llega la noche y antes de encerrarse en esa jaula a la que los demás llaman casa, y ellos… castigo, van al bar, unas copas quizás los hará olvidar… beben y a penas se miran, como dos extraños allí sentados, ni un anillo de casados hace nada por arrimarlos. En la madrugada ya, borrachos vuelven a los besos y los abrazos con una pasión distinta a la del principio, sus vidas funcionan ahora por la rutina, viven con los ojos cerrados porque abrirlos ya les da miedo, han decidido darse por vencidos hasta que la vida les resuelva la vida o le ganen la partida

  

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