25 De Noviembre, DIA INTERNACIONAL CONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA
No seas cómplice...
Quedé con mi amiga a tomar café. Antes quedábamos a menudo ¿sabes?, pero un día de julio se casó y, claro, las cosas cambiaron. Tenía que atender su casa, a su flamante marido, su trabajo...Aún así al menos una vez a la semana encontraba un hueco libre para tomar ese café conmigo. Se la veía tan feliz....Una día me llamo excusándose, no podía acudir a nuestra cita, a nuestra semanal charla. Yo lo entendí por supuesto. La vida de casada tiene tantas obligaciones que no pude menos que decirle que no se preocupara, que ya quedaríamos. Fue así como ese café semanal pasó a ser quincenal. Yo, por aquel entonces, la notaba rara. Había dejado de lado su habitual alegría, su conocida sonrisa, para tener, casi siempre, el rostro triste y apagado. Yo, sin decirle nada, pensé que estaba trabajando demasiado. Las charlas de interminables horas pasaron a ser breves encuentros. Recuerdo aquel café de mediados de julio.. Recuerdo que me reí al verla llegar con una camisa de manga larga cubriendo sus morenos brazos. Su respuesta a mi risa fue solo un leve asomo de sonrisa en sus labios y me dijo que seguramente estaba rondándola una gripe veraniega pues siempre tenía frío y que por eso se abrigaba aún con el sol besando el asfalto. En aquella ocasión, ante aquel café, ella apenas habló, yo lleve toda la conversación contándole donde pasaría mis vacaciones. Cuando le pregunte donde iría ella, tuve que esforzarme para oír ese susurro que salió de su boca diciéndome que irían donde dijera su marido, que él entendía más de esas cosas. Recuerdo que me pasó por la cabeza que igual tenían problemas de dinero y que por eso ella se mostraba tan poco ilusionada con viajar. ¿Que otra cosa podía ser? Esa tarde, cuando estiró el brazo para coger su bolso, la manga de su camisa se subió. Dejando a mi vista un pequeño moraton. Me descubrió mirándoselo y me dijo que se había golpeado con un mueble, que ya sabia yo lo torpe que había sido siempre. Si claro, yo lo sabía...supongo, porque no lo recordaba la verdad. No quedamos hasta tres semanas después. Esperé durante casi una hora pero no se presentó. Me enfade mucho, pero aún así la llamé a los dos días para pedirle una explicación. Me dijo que había estado en cama, enferma, y que se le había olvidado llamarme. Que ya sabía que su memoria no era muy buena. ¿ Ah no? vaya eso también lo olvide. Por esos días fue cuando me llegaron los rumores de que su marido le pegaba. No me lo creí. ¿ A ella? eso era imposible. A mi amiga no le pueden pasar esas cosas. A la semana siguiente quedamos para otro café y no sé que me sorprendió más, si el que no se quitara las gafas de sol o el verla tan delgada y que su voz, las pocas veces que habló, me sonara tan vacía. Me asuste mucho y se lo dije. Respondió que no se había curado bien la gripe, que había cogido un virus muy fuerte, que....Yo me esforcé por no mirar los moratones que se adivinaban bajo sus oscuras gafas. .Nos despedimos con la promesa de vernos la semana siguiente. Durante el trayecto a mi casa pensé que los rumores de maltrato parecían ciertos. Aquellos moratones en su cara..Pero no, ¿ella? imposible, es lista, guapa, trabaja. Eso no le puede pasar a ella. Eso le pasa a otro tipo de mujeres. La mañana del día que había quedado con ella a tomar café me llamó su madre. Mi amiga había muerto. Esa mañana se retrasó al hacerle el desayuno a su marido y él le pego hasta matarla. Él es su asesino y yo su cómplice. Yo y mi silencio, yo y mi negativa a ver lo evidente. Yo y el negarme a creer que los maltratos nos pueden afectar a todas. A mí, a ti, a tu madre, a tu hermana, a tu hija....a mi amiga. Me declaro culpable de quedarme callada, de no hacer nada. Perdóname. Y tú que me lees, acéptame un consejo, no seas cómplice. Denuncia, grita, lo que sea, pero haz algo...
...OcEaNo PaCiFiCo...
¿Qué hacer cuando el hogar no es la morada donde me encuentro a salvo del dolor? ¿Qué hacer cuando no se donde esconderme y el tiempo nunca juega a mi favor? ¿Qué hacer cuando el amor golpea y deja marca? ¿Qué hacer cuando no puedo separarme de aquello que me hiere y me hace mal? ¿Qué hacer cuando me acosa y me persigue, y tengo miedo de la oscuridad? ¿Qué hacer cuando el amor ya no es amor ni es nada? Cada vez más sola, más triste, más atrapada y cada vez mas débil, tan al borde de la nada…
¿Qué clase de vida es esta?
Si al salir, tienes que miras hacia atrás para protegerte la espalda porque la justicia de esta sociedad, a ti no te ampara...
Si cuando te quedas sola cualquier pisada te hace temblar
¿Qué clase de vida es esta? ¿Qué clase de vida te hacen llevar?
Si cuando ahora te amenazan prefieres correr y tomar el atajo más cercano sin saber a donde te llevará
Si ahora para ti la decisión mas fácil es huir y ver como los malos ganan, así no te quedan ganas...
¿Qué clase de vida es esa? ¿Qué clase de vida te hacen llevar?
Si ya no sueñas ni de noche...
Y ni a altas horas de la madrugada te quedas dormida, porque tu ojos eligieron la opción de estar en guardia todo el día
Si ahora da la vuelta la tortilla, y parece que el mundo te humilla cuando debería apoyarte
Si te sientes perdida entre inhumanos cobardes y la vida parece risa
¿Qué clase de vida es esta? ¿Qué clase de vida nos van a hacen llevar?
((--> 3@ <--))
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