" ... esa misma consciencia era la que le ahogaba, tanto, que le daba fuerzas de cristal. Un cristal que, poco a poco, casi sin sentir el dolor, iba rajando todo lo conseguido, poco o mucho, daba igual. Y por esa gran herida, iba entrando todo, transformandose en sangre. Y volví a cerrar la cortina para dejar de ver aquella luz mentirosa que cada cual ve a su manera y ante la cual nadie ve lo mismo. Y apareciste tu, como de la nada ; comenzabas a existir tu, dejando de existir yo. Me sentía como humo escapando entre los dedos de un extraño. Como humo, frágil. quebrantable, capaz de deformarse con un solo movimiento exterior, vulnerable a cualquier soplo de aire. Y si, apareciste tu, en un lugar demasiado oscuro y demasiado frío, y no conseguía verte. Creo que no era capaz ni de sentirte, que tan solo creía en ti aún cuando no quería creer en nada. Apareciste tu y no sabía qué eras exactamente, ni que lugar ocupabas pero eras la creencia a la que me obligaba el vacío; el sin sentido de, ahora, estar viviendo... Y sin saber qué era querer ya te quería y tu no sabías que estabas aquí. Tanta ignorancia el uno del otro hacía de los momentos lugares inhabitables. Y todo volvía a contradecirse, de nuevo era yo luchando contra yo...Y tu, sin saber que habías venido, me dejaste aquí , en este momento que no se si existe; aquí, abandonado a la existencia intermitente... "

Diván

 

___ Druid@___